Descubrir la misión particular que tenemos es, en ocasiones, una tarea difícil. A algunos nos toma más tiempo descubrirla y, más aun, vivirla. Sin embargo, todos los días, podemos vivir con sentido.
¿Pero cómo? A través de la captación de valores, es decir, de lo valioso.
Por un lado, puede ser a través de los Valores de Creación. Estos tienen que ver con todas las ocasiones que se nos presentan para entregarnos, darnos, donarnos -de forma desinteresada- ahí en lo cotidiano, en lo chiquito, en lo pequeño. Es por medio del trabajo, del servicio, del arte, como podemos captar y realizar estos valores, haciendo uso de nuestra capacidad de autotrascendencia.
Por otro lado, podemos captar sentido a través de los Valores de Experiencia, los cuales tienen que ver con nuestro encuentro con las personas y el mundo. En ese encuentro, somos invitados a captar lo valioso de esa persona, de ese vínculo, de ese diálogo, de ese momento de calidad. Somos invitados a compartir-nos y amar-nos. Implica ver al otro como un «otro» distinto a ti. Estos valores también los podemos captar en la naturaleza, reconociéndola como un regalo, como algo gratuito, que es y está ahí para ser contemplada.
Por último, podemos responder con sentido a través de los Valores de Actitud. Estos valores tienen que ver con nuestra respuesta ante todas aquellas situaciones límite que no elegimos, pero que nos presenta la vida. Implica responder con una actitud de Aceptación, pero no con resignación, sino entendiendo que es oportunidad para dejar que ese sufrimiento nos transforme en una mejor versión. Implica Humildad para aceptar que no tenemos el control de todo y que, en ocasiones, toca asumir con responsabilidad lo que se nos presenta y enriquecernos de eso.
Tener presente estos valores, estas formas de vivir con sentido, es realmente importante, porque a veces andamos muy inquietos por ese gran propósito cuando lo cierto es que, todos los días, estamos rodeados de aspectos valiosos que esperan ser captados y vividos por ti y por mí.